Un año más, termina Fitur. Llega el momento de observar todas las novedades que se han presentado en una de las ferias de turismo más importantes a nivel mundial y empezar a divisar lo que serán las tendencias para este año. Sin duda, hemos podido intuir cómo cambiarán los hoteles y cómo afectará el impacto de las nuevas tecnologías.

Así que le hemos echado un vistazo a algunas noticias que se han publicado en prensa para conocer las principales conclusiones de #Fitur2016. Nos hemos detenido en un artículo publicado en EL PAÍS en el que se transmite el peso que está teniendo la tecnología en el sector turistico, así como la opinión del Director General del  Instituto Tecnológico Hotelero (ITH).

A modo de reflexión, destacamos una de las frases que ha pronunciado Álvaro Carrillo de Albornoz, director general del ITH, para este artículo de EL PAÍS:

La tecnología va a cambiar los hábitos de los turistas y los hoteles deberán adaptarse a ello si quieren seguir en el mercado.

No es que no estemos de acuerdo con esta afirmación. Simplemente ha despertado cierto debate y lo hemos querido compartir con todos nuestros lectores. No pretendemos sacar de contexto la frase, pero sí nos hemos permitido reflexionar sobre el rol que tiene la tecnología, dependiendo de quien la utilice y cómo la utilice.


¿Qué va primero: la tecnología o los hábitos del turista? ¿Es la tecnología la que provoca cambios en los hábitos de los turistas? ¿O son los nuevos hábitos los que harán que la tecnología permita la adaptación de todo los demás? En definitiva: ¿La tecnología es una causa, un medio o un fin? Ciñéndonos estrictamente a la afirmación del director general del ITH, pareciera que la tecnología es la causa de los cambios en los hábitos de los huéspedes. Vamos a intentar verlo desde otros puntos de vista.

Nosotros, como empresa de base tecnológica, pensamos que la tecnología es el medio por el que el sector puede adaptarse completamente a las nuevas necesidades del huésped. Aun así, parece que la tecnología juega un triple rol dependiendo del punto de vista de cada observador.

Tecnología como causa.

Por una parte, los huéspedes cambian sus hábitos, sus preferencias y sus necesidades debido a que muchos de ellos ya vienen siendo nativos digitales. Es decir, muchos de ellos han nacido ya de la mano de la tecnología y han enviado antes un mail que escrito una carta a mano y haberla enviado por correo ordinario. Este perfil, al que llamamos millennials, se comporta de forma diferente a la generación que precede debido a la influencia tecnológica.

En este caso, la tecnología es la causa de que este tipo de huéspedes se comporten de esta forma. Han nacido con un smartphone bajo el brazo y teniendo acceso gratuito a Internet. No conciben alojarse en un hotel que no garantice, por ejemplo, este tipo de conexión. Por tanto, la tecnología además de ser la principal causa de este comportamiento se convierte también, y para estos huéspedes, en un requisito básico que cualquier establecimiento hotelero debe cubrir.

Tecnología como medio.

Por otra parte, existe un perfil de huésped no tan digitalizado pero sí muy exigente y con capacidad económica suficiente para viajar de forma frecuente. Este perfil mantiene necesidades de carácter tradicional pero se ha acostumbrado a vivir con unas comodidades que se terminan exigiendo en los establecimientos hoteleros.

Estamos hablando de los Baby Boomers. Para este tipo de huésped, el establecimiento hotelero debe poder garantizar la calidad que se le está exigiendo y que el huésped está contratando. Mediante la tecnología los hoteles podrán aumentar la calidad de sus productos y servicios. En este caso, entonces, la tecnología tendrá un papel crucial en la mejora del producto o servicio, pues será el medio a través del cual se va a añadir valor al producto y lo va a diferenciar.

Tecnología como fin.

En este caso hacemos referencia en la tecnología como producto, acabado y empaquetado. Y es aquí cuando relacionamos la tecnología con un lujo, como ya insinuamos en este post. Un producto o servicio tecnológico de lujo es algunos de los fines que tienen algunos hoteles. Cada día existen más hoteles tecnológicos que ofrecen servicios con una fuerte base tecnológica.

La consideración de la tecnología como parte de un producto se está relacionando con los bienes de lujo. Contar con este tipo de bienes permite diferenciarse del resto, garantizar cierta calidad y, en este caso, empaquetar servicios tecnológicos en forma de producto.

Sea como sea, la tecnología conjuga muy bien los nuevos hábitos de los consumidores. Aunque ésta pueda ser considerada una causa del cambio, un medio para mejorar o un fin supone, sin duda, una bandeja llena de oportunidades para la industria del turismo. Supone el toque diferenciador de los productos y servicios turísticos y es de las mejores formas que tenemos hoy en día para añadir valor.

En un sector en el que priman las experiencias y la capacidad de generar nuevas sensaciones que sorprendan gratamente a los huéspedes, la tecnología se vuelve clave. Esta tendencia camina hacia la personalización de los servicios pudiendo, por ejemplo, elegir uno mismo la propia decoración de la habitación en que se aloje. No es la intención, en este post, enumerar los diversos servicios que nacen de la implantación de la tecnología en los hoteles. Eso lo haremos en otra ocasión, pero sí queremos reflejar nuestra firme convicción de que la tecnología es la magia que el sector necesita en estos momentos para mejorar y mantenerse competitivo.

0 Comments

Deja una respuesta