Llevamos dos semanas leyendo titulares, en algunas revistas especializadas en materia turística, relativos a la apertura del primer hotel digital "vivo" en Nueva York. Vamos a ver en este post qué se entiende por este nuevo concepto y qué características propias tiene este hotel.
El hotel del que vamos a hablar hoy es propiedad del grupo Marriott. Está situado en Nueva York, concretamente en la calle 35, entre la 7ª y la 8ª Avenida. El hotel cuenta con 348 habitaciones, un bar en el lobby, un salón club de Élite Marriott Rewards para miembros del programa, y el Reilly Pub Restaurant en el quinto piso, con terraza y techo retráctil. Una vez situado el hotel, veamos algunas de las peculiaridades del Renaissance New York Midtown.
El interior del hotel está repleto de fondos de pantallas reflectantes, detectores de movimiento, proyectores y cámaras 3D. Todos estos efectos se pueden encontrar en el lobby, en los pasillos y en el ascensor. Así el hotel consigue transmitir la sensación de que las paredes están vivas. Estos fondos van cambiando constantemente pudiendo, por ejemplo, admirar las obras de arte digitales de diversos artistas locales. La implantación de este tipo de tecnología ha sido posible gracias al acuerdo con la firma de diseño digital Réalisations.
El conserje del hotel es virtual y está situado cerca del vestíbulo. Éste exhibe varias pantallas dispuestas a informar al cliente sobre cualquier información local: bares, restaurantes, tiendas y eventos. El contenido de estas pantallas informativas e interactivas provienen del acuerdo que el hotel ha anunciado con Time Out New York. También cabe destacar el reloj led, que mide cuatro pisos de altura y refleja imágenes de la ciudad que van cambiando cada segundo.
Nos llama la atención que se haya elegido la palabra "vivo" para definir un hotel plagado de tecnología y con poca presencia humana. No es la primera vez que nos encontramos con hoteles altamente digitalizados y que apuestan muy fuerte por la tecnología. No siempre son bien acogidos por los huéspedes. Por una parte, hay personas que valoran todos los servicios tecnológicos que hoy en día puede ofrecer un hotel. Por otra parte, eso sí, hay gente que sigue siendo reacia al exceso de tecnología y prefiere el trato personalizado que puede ofrecer un humano.
Sin ir más lejos, hace unas semanas escribimos sobre un hotel especialmente enfocado a los millennials. Contenía muchos aspectos tecnológicos que parecían atraer a esta joven generación. Sin embargo, uno de los comentarios que recibió el post reflejaba un cierto descontento de una mujer que no veía la necesidad de incluir tantos elementos tecnológicos en el hotel. Esta mujer consideraba que la tecnología quitaba puestos de trabajo a personas y a la vez despersonalizaba los servicios.
En este caso lo que ha pretendido este hotel es que el huésped se envuelva de la ciudad estando dentro del mismo recinto hotelero. El huésped puede consultar y solicitar diversa información que obtendrá en tiempo real y casi desde cualquier lugar del recinto. Otro aspecto a considerar es que esta información la recibirá el mismo huésped sin tener que preguntar un mapa al recepcionista, por ejemplo.
Por tanto, parece que el hotel no solo se ha encargado de cubrir aspectos tan importantes como el diseño, sino que también ha puesto empeño en la calidad del contenido que se entrega al huésped. Ya sabemos que nunca llueve a gusto de todos pero sin duda estos avances tecnológicos mejoran la experiencia real del huésped moderno. Incluso, tal y como se ha definido este hotel, la tecnología puede aportar vida a esa experiencia.
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